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Prisma del interino, Irene Nadal

Prisma del interino

Irene Nadal nos propone la auténtica realidad que viven muchos docentes interinos al comenzar el 1 de septiembre ya que éste, en la mayoría de los casos, está a merced de los cambios legislativos de acceso al cuerpo docente.

Hay nuevas ilusiones, nuevos compañeros, nuevos proyectos pero también puede haber hasta nuevo centro.

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Se acerca septiembre y con él la incertidumbre se agrava, y es que el interino no sabe absolutamente nada de cómo será el próximo año, concretamente el próximo curso escolar, porque para todos los que nos dedicamos al mundo educativo el año comienza el 1 de septiembre y es en esta fecha donde trascurren los cambios significativos, para todos los del mundo educativo, menos para los interinos, que puede que surjan o puede que no.

¿De qué cambios hablamos?

Para todos los del mundo escolar, los cambios versan en torno al aprendizaje de nuevos conceptos, nuevos docentes, nuevos alumnos, nuevos compañeros, nuevo equipo directivo, nuevos materiales, nuevas asignaturas e incluso nuevo centro, y todo esto es similar al interino, con la gran diferencia de la nula anticipación y predeterminación a la que estamos sometidos.

El interino a estas alturas ya lleva un tiempo valorando la búsqueda de empleo, se debate entre la espera indeterminada o comenzar en algo medianamente relacionado a su preparación, duda entre los horarios, si abrir la veda o limitarse a media jornada para compaginarlo con el deseado llamamiento, quién sabe para cuánto tiempo será esta vez la vacante, y vacila incluso, si mantener el alquiler de la casa donde puede apilar los apuntes de las distintas academias a las que ha asistido.

No olvidemos que el interino es inseparablemente también opositor, por lo cual debe planificar el año, como mínimo, de estudio que le queda por delante, según sea o no año de oposiciones; estudio del mismo temario una y otra vez, que en demasiados casos está desfasado de la situación actual y de los cambios recurrentes de legislación; memorización de un temario donde prima la velocidad y legibilidad de la letra,  que dista mucho de los modelos pedagógicos más vanguardistas de los que se presume en el contenido de los mismos.

El interino está a merced de los cambios legislativos de acceso al cuerpo docente, que serán oficiales meses antes de los ansiosos y bulliciosos exámenes, donde mientras, academias, universidades y sindicatos sacan buena tajada de ello, y es que según estipule el ansiado decreto, habrá o no un tipo u otro de examen, se baremará más, menos o nada la formación complementaria, idiomas, cursos, máster… eso sí, solamente  si son títulos oficiales, y es que a la Consejería no le importa si tú dominas un idioma o tienes formación y conocimiento en determinados aspectos fundamentales de tu desarrollo profesional, si no hay título oficial o las horas determinadas, no existe ¿lo ingieres o te vas? No hay más debate y sí mucha gente dispuesta a continuar el camino por la cuerda floja.

Interino en los colegios

Este camino a disponibilidad plena de esta elección de vida es incalculable, depende de la especialidad, pongamos una media de entre 10 y 15 años, donde pasas la treintena de tu vida sin estabilización, con un vuelta a empezar continuo que se repite cada 1 de septiembre, tras mes y medio de parón, en el mejor de los casos, de cese obligado, donde te asemejas a tus colegas de profesión hasta final de mes que el paro te recuerda cuál es tu posición.

Toda esta realidad con tinte oscuro no es el mejor comienzo para todos lo que comenzamos el año, afortunadamente en muchos de nosotros sigue primando la ilusión del llamamiento, las mariposas por ese primer día en quién sabe qué centro, el empuje por conocer nuevos funcionamientos de centros que enriquezcan tu mochila profesional y por supuesto, los chicos, chicas y familias que ya siempre formarán parte de ti.

Y es que esta vocación te recuerda una y otra vez que este proceso injusto y tan alejado de la práctica profesional, es solo eso, un mero trámite de unos cuantos años que pasará y del que puedes extraer la gran experiencia que otorga la itinerancia.

Sobre la autora:

Irene Nadal Nicolás, Pedagoga especialista en Orientación Educativa, Atención Temprana y Trastornos de Espectro Autista. Formadora. Co-fundadora de Sumando, asociación de formación e investigación en el neurodesarrollo y ciclo vital de la persona.