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Sana tu relación con el dinero – Maena González

Salud financiera

El dinero es un tema tabú en nuestra cultura a diferencia de la anglosajona o americana. Hemos aprendido a ocultar aquello que resulta desagradable o menos satisfactorio para el ser humano. Para sanar nuestra relación con el dinero, al igual que con una persona, debemos ponerle cara. Maena González, economista, coach y formadora nos plantea soluciones para sanarnos a nivel financiero y empezar desde la escuela a forjar dicha relación.

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“Todo aquello que no aflora al consciente se manifiesta en nuestra vida como destino”

C.G. Jung

¿Hablas de tus ahorros e inversiones con tus amigos? ¿Cuántas parejas ocultan a su cónyuge sus “infidelidades financieras? ¿Es el dinero un tema tabú?

En cierto modo, el dinero vive en la sombra de la sociedad.

La sombra es nuestro lado más oscuro, nuestros deseos no reconocidos, las cualidades que consciente o inconscientemente deseamos ocultar.

Todos tenemos cosas de las que nos sentimos orgullosos. De pequeños nos dijeron lo que es bueno o aceptable y tratamos de mostrarnos al mundo de ese modo.

En nuestro afán de “gustar a los demás”, nos olvidamos de lo que es coherente con nuestra esencia. Nos adaptamos a lo que esperan de nosotros nuestros “seres queridos” (padres, tutores, parejas, amigos).

Parte de este juego consiste en ocultar aquellas cosas que nos han dicho que son poco deseables (ambición, egoísmo, un rasgo físico que nos parece desagradable, …). Tal vez por eso vemos mujeres sufriendo subidas a tacones de vértigo (con lo incómodo que es eso para caminar) y personas cada vez más jóvenes entrando en quirófano para “mejorar” su apariencia física.

Pero el “juego de la sombra” no se acaba en esa batalla por parecer más delgados, más altos, más guapos o más inteligentes. También afecta a rasgos de nuestra personalidad.

Cuanto más tratamos de contener o esconder algo, más lo manifestamos consciente o inconscientemente  

Imagina que me obsesiona y acompleja no tener dinero. La forma que invento para que nadie se entere es gastar más de lo que tengo: pidiendo préstamos, gastando cada céntimo que cae en mis manos o adoptando comportamientos peligrosos con el dinero como la ludopatía. Esta forma de actuar acrecienta aún más el “problema” y mi preocupación. Además, dedico tanta energía a esconder eso que me avergüenza que me obsesiono aún más con ello. Y un día “bajo la guardia” y se destapa mi situación económica. Suele ocurrir en el momento más inoportuno y de una forma “estrepitosa”.

En nuestra educación judeocristiana, el dinero tiene una gran carga de culpa y victimismo: “Bienaventurados los pobres…”. “Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja a que un rico entre en el reino de los cielos”.

Nos sentimos culpables si lo tenemos y hay otros que carecen de él. Nos sentimos víctimas si en nuestro entorno hay gente que tiene más que nosotros. Señalamos como culpables (corruptos o avariciosos) a los que manejan el dinero (bancos, grandes gestores, reguladores). Y esta energía hace del dinero un tema tabú por excelencia y alimenta su sombra individual y social: mejor no mirar.

No es así en la cultura judía ni en la anglosajona. Para los judíos, tener dinero y hacer un buen uso de él es parte de su misión de vida. Se puede hablar abiertamente del dinero y está bien visto. Y hasta estipulan en la Torá las cantidades que es recomendable destinar a donaciones o gastos especiales.

En USA y UK es habitual hablar con cualquier persona de tu salario, préstamos o inversiones. En esta parte del mundo se considera de pésimo gusto tener esas conversaciones. Y es difícil solucionar las cosas que escondemos.

La única manera que conozco de disipar una sombra es iluminarla. Y para ello, en mis sesiones de coaching financiero propongo un ejercicio muy sencillo. Consiste en recordar qué nos contaban en la infancia nuestros padres, tutores, relatos infantiles…acerca del dinero. ¿Cómo ha influido eso en tu vida actual? ¿Cómo hubiera sido tu relación con la energía del dinero si los relatos hubieran sido opuestos?

En ocasiones, la mera toma de conciencia provoca cambios estructurales en nuestra relación con la riqueza y la abundancia. Y otras, la comprensión y aceptación de lo que somos genera serenidad.

“La verdad os hará libres”

Juan 8:31-38

Sobre la autora:

Maena González, es licenciada en ciencias económicas, coach y comunicadora. Tras más de 20 trabajando en banca de inversión deriva su carrera profesional hacia la educación financiera. Trabaja tanto en la la parte humanística de nuestra relación con el dinero como en las bases técnicas del funcionamiento de la economía para alcanzar la salud financiera.