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Mima tu salud financiera – Maena González Vallejo

Salud financiera

¿Alguna vez has sentido que el dinero “sale más rápido de lo que entra”? ¿Tienes dificultades para llegar a fin de mes? ¿Te preocupa tu futuro financiero pero nunca encuentras el momento de planificar tus ahorros? ¿Sientes que nunca te pagan por tu trabajo lo que mereces, pero no te atreves a pedir más? Aunque el dinero no da la felicidad, unas finanzas equilibradas facilitan mucho nuestra vida.

El dinero no es un fin en sí mismo. Es un medio más para llegar adonde tú quieras

Dedicamos muchísimos años a estudiar diversas asignaturas en las escuelas, más o menos útiles para la vida. Sorprendentemente en nuestro país sigue habiendo dos asignaturas pendientes en la formación curricular: la educación emocional y la financiera.

  1. Somos lo que sentimos. Aprender a gestionar nuestras emociones es vital para una convivencia en sociedad. La gestión emocional te permite ser libre de elegir cómo actuar ante los acontecimientos de tu vida: la pérdida de un ser querido, un examen difícil o el nacimiento de un hijo pueden ser experiencias demoledoras o de gran crecimiento personal, en función de nuestra gestión emocional.
  1. La educación financiera. Aunque ha aumentado en los últimos diez años, sigue siendo una asignatura pendiente en nuestras escuelas y familias. Trabajamos muchísimas horas para conseguir el dinero necesario para nuestro día a día. Tan importante como ganarlo es saber gestionarlo. Nadie nos enseña a hacerlo. En otros países de nuestro entorno, la educación financiera engloba conocimientos técnicos, comportamientos y actitudes emocionales relacionadas con el dinero[1]. En nuestro país, las iniciativas de educación financiera abordan la parte técnica, pero rara vez se centran en la parte emocional: ¿Cómo te sientes frente al dinero? ¿Te gusta tenerlo? ¿Prefieres ignorarlo? ¿Te sientes capaz de planificar tus necesidades futuras? Y si así es, ¿Sabes invertir tu dinero para que te acompañe a conseguir tus objetivos vitales?

El dinero es una de las principales fuentes de estrés para las personas [2]. Los problemas de índole financiero son una de las principales causas de absentismo laboral en las empresas [3] y una importante fuente de ansiedad para los empleados.

El equilibrio financiero es ese estado en el que te sientes tranquilo con respecto al dinero y lo conviertes en un medio para conseguir tus objetivos vitales. No consiste en tener mucho o poco, sino en armonizar la energía del dinero en tu camino de vida

Las mejores empresas del mundo anglosajón incorporan programas de bienestar financiero para sus trabajadores. En nuestro país, estos programas rara vez se incluyen en los planes de RSC de las empresas. Y eso a pesar de que la cultura financiera de los españoles es una de las más bajas de nuestro entorno.[4]

¿Cuál es la buena noticia? Las finanzas son sencillas y divertidas. Conocer unas cuantas reglas básicas te ayudará a sentirte cómodo gestionando tu dinero. No importa tu edad o conocimientos previos.

Muchos de nuestros bloqueos en relación al dinero tienen que ver con nuestras creencias, emociones y herencia genética. Tratar de armonizar tu relación con el dinero ignorando esta parte es como querer adelgazar muchos kilos con una dieta draconiana. Se puede hacer, pero es probable que sufras mucho en el camino y que recuperes el peso perdido poco después de abandonar la dieta.

Gran parte de nuestra historia actual tiene que ver con los mensajes escuchados en la infancia. Si te dijeron insistentemente “Para conseguir dinero hay que esforzarse mucho”, es muy probable que ese sea tu patrón hoy en día. Por eso ves impasible cómo a tus compañeros les suben el sueldo más que a ti o cómo los negocios de otros prosperan mientras los tuyos se estancan: “No te has esforzado lo suficiente”.

Si tu padre decía que “ Los Pérez somos derrochadores” puede que te sientas obligado a gastar cada céntimo que cae en tus manos.

En mi libro “Cenicienta trabaja en Wall Street” te propongo un viaje a tu interior, donde podrás explorar las creencias y emociones que obstaculizan una sana relación con la energía del dinero. Si quieres, puedes escribir una nueva historia. 

El objetivo es alcanzar tu armonía financiera ¿Y eso qué es? Al igual que una persona con buena salud no se preocupa (pero sí se ocupa) de cuidarla (ejercicio, nutrición, descanso), el equilibrio financiero es ese estado en el que te sientes tranquilo con respecto al dinero y lo conviertes en un medio para conseguir tus objetivos vitales. No consiste en tener mucho o poco, sino en armonizar la energía del dinero en tu camino de vida. Nada más y nada menos.

 

En tu camino hacia el equilibrio financiero, te propongo cinco grandes vías para explorar posibles desajustes en tu relación con esta energía. 

  1. Las creencias: Esas cosas que nos contaron de pequeños acerca del dinero, que hemos asumido como ciertas y que nos impiden acercarnos con naturalidad a esta energía (“Los Martínez somos manirrotos”; “Los ricos son corruptos”).
  2. Emociones: Van muy ligadas a las creencias. Las emociones son esas fuerzas invisibles que nos hacen movernos en una dirección. Si el dinero te provoca emociones poco agradables (asco, envidia…) difícilmente podrás atraerlo a tu vida.
  3. Sombras: son esa parte de nosotros que no nos gusta mostrar a los demás. Si te sientes avaricioso o egoísta en relación al dinero pero no quieres que se note, el día menos pensado harás algo que delate tu actitud. O pasarás la vida enfadado y reprimiendo estas conductas.
  4. Heredamos el color de ojos y la estatura de nuestros antepasados. Y también sus traumas y creencias. Tener la misma condición económica que tus ancestros es una manera de expresar “fidelidad al clan”.
  5. Cuerpo Físico. El cuerpo habla lo que la mente calla. Nuestros desequilibrios con el dinero se manifiestan también en nuestro organismo: sequedad de manos para expresar “No tengo liquidez” (dinero=liquidez), estreñimiento para expresar “no quiero soltar” ante un gasto inesperado. Explorando el sentido biológico y simbólico de las señales del cuerpo podemos llegar a descubrir algunos de estos bloqueos.

Cuando las personas entienden “para qué hacen lo que hacen” y eligen conscientemente otras pautas de pensamiento y conducta, el camino hacia la armonía financiera es más sencillo y duradero. Ya no tienes que confiar en “la fuerza de voluntad” para evitar ir de compras compulsivas. Reconoces la emoción, creencia o herencia que te lleva a ahogar tus emociones con tu tarjeta Visa y eliges consciente y voluntariamente hacer algo distinto.

 Por eso, este es un camino hacia tu libertad, recorrido por la senda de tu relación con el dinero.

Espero que te diviertas en este viaje, en el que te comparto mi experiencia en banca de inversión y mi pasión por el conocimiento profundo del ser humano. Muchas gracias por tu confianza.

Sobre la autora:

Maena González Vallejo. Coach, economista y comunicadora

[1] OCDE y CFPB: La educación financiera es un conjunto de conocimientos, comportamientos y actitudes necesarios para tomar decisiones financieras sólidas y en última instancia logarra el bienestar financiero individual.

[2] Consumer Financial Protection Board es un organismo de protección a los consumidores en EEUU

[3] Employee Financial Wellness Survey de PWC 2020

[4] BDE y CNMV Encuesta de capacidades financieras 2016