La importancia de la privacidad digital no es solo importante sino vital y necesaria hoy día. Nos abrazamos a Internet (redes sociales, correo, plataformas de vídeo, foros…) con total confianza y sin conocer el verdadero peligro que esto puede llegar a tener en los más pequeños. Nuestra autora de hoy, Teresa Budiño, abogada y asesora legal en Mi Huella Digital, ahonda en el derecho a la privacidad digital así como el derecho al olvido, es decir, nuestro derecho a oponernos a que nuestros datos aparezcan en la red a merced de todos los usuarios.

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Nuestra Constitución regula, en su artículo 18.4, el derecho a la privacidad digital. A pesar de ser un derecho fundamental y tener además regulación propia en nuestro país desde 2018, por transposición de normativa europea —Ley 4/2018 de 5 de diciembre de Protección de Datos Personales y Garantía de Derechos Digitales—, sigue siendo un derecho muy desconocido por la población en general y por los usuarios de Internet en especial. 

La privacidad digital se puede definir como el poder de control que un usuario de red tiene sobre sus datos personales. ¿Sabe el usuario medio cuáles son sus derechos en este ámbito? Y antes que eso, ¿es consciente de hasta qué punto su privacidad queda comprometida cuando comparte datos personales a través de Internet y en Redes Sociales?

Lo cierto es que un alto porcentaje de la población no conoce sus derechos digitales y sólo se plantea cuáles son cuando siente vulnerado su derecho al honor, o a la intimidad personal o familiar, o a la propia imagen.

Para que una persona pueda ejercitar su derecho a la privacidad digital primero tiene que saber cuáles son los derechos que la componen. En estos artículos nos proponemos dar a conocer de uno en uno y con cierta profundidad estos derechos que asisten a cualquier internauta o usuario de redes sociales. Hoy nos centraremos en el derecho al olvido.

Desde Mi Huella Digital estamos concienciando sobre la importancia de educar en valores digitales a las próximas generaciones

El derecho al olvido, también conocido como el derecho de supresión, es el que asiste a toda persona que quiere hacer que sus datos desaparezcan bien de la red, bien de otras entidades que hacen uso de esos datos, como pueden ser empresas o administraciones públicas. Un uso inadecuado de los datos del usuario y sobre todo sin su consentimiento, son la base para ejercitar este derecho. Pero si además hay una violación de la intimidad y de la integridad, puede ir acompañado de acciones penales y civiles, ya que hablaríamos de delitos contra el honor, la intimidad, divulgación de secretos… etc.

Además, para un ejercicio responsable y preventivo del derecho al olvido,  es importante conocer un concepto clave: todos los usuarios tenemos una huella digital, entendida como el rastro que todos dejamos en internet con cada acción que realizamos. Dejamos rastro cuando compartimos enlaces, fotografías, cuando nos conectamos a una red social, cuando mandamos o recibimos correos, etc. Esta huella nos pertenece a cada uno, y la ley establece que cada persona tiene derecho al control de su información personal que circula en la red, así como a poder decidir sobre aquella que ya no desee divulgar en Internet. Es en este punto donde podríamos necesitar ejercer ese derecho al olvido.

Desde Mi Huella Digital estamos concienciando sobre la importancia de educar en valores digitales a las próximas generaciones, para que los niños sepan desde pequeños cómo enfrentarse al mundo digital y las consecuencias de un simple click. Al igual que en los colegios se imparten talleres para inculcar a los alumnos, por ejemplo, una correcta educación vial, consideramos imprescindible formar a todos los alumnos en el correcto uso de internet dotándoles de una buena base de valores digitales. Gracias a esta formación, tendrán claro los derechos digitales que les asisten y qué hacer cuando consideren que han sido vulnerado.

El derecho al olvido es el que asiste a toda persona para impedir la difusión o aparición de sus datos de carácter personal en Internet.

En este punto, es fundamental formar a las familias y al profesorado sobre la repercusión que tiene cada acción en la red, para crear una mayor conciencia y educación social acerca del buen uso de Internet y de las consecuencias que tiene vulnerar la privacidad digital. En España, y en general en la Unión Europea, estamos amparados por un completo sistema normativo que regula la privacidad digital y protege el derecho al honor, a la intimidad y a la propia imagen de nuestra persona digital.

Sobre la autora
Teresa Budiño.
Abogada Senior en MOREANA Abogados. Asesora Legal. Mi Huella Digital.