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Panorama actual de la atención temprana | Irene Nadal

Atención Temprana - Irene Nadal

Nuestra colaboradora Irene Nadal, pedagoga especialista en Orientación Educativa, Atención Temprana y Trastornos de Espectro Autista aborda qué es la Atención Temprana (AT), cuál es la importancia de ésta así como los miedos y dudas que surgen a su alrededor.

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“¿Aún es muy pronto?” “¿Pero tan pequeño se puede tratar?”  “Bueno, va un poco más lento/a, aún es pequeño/a, necesita madurar”.

Lamentablemente aún es frecuente escuchar este tipo de comentarios a nuestro alrededor y lo que es más alarmante, alrededor de una familia preocupada por el desarrollo de su hijo/a. Algo no está calando en la sociedad sobre la importancia de la atención temprana (AT).

Atención Temprana (AT)

¿Cuál es la barrera de la AT para que sigan frecuentando estos comentarios?

Evidentemente el miedo por el desconocimiento a lo que implica la AT. Cuando trato con familias, me trasmiten esas primeras preocupaciones y se les nombra la intervención, aparecen las inseguridades del tipo, “me estaré preocupando por nada”, “será algo madurativo, su padre o madre también tardó en hablar”, “si no tiene diagnóstico cerrado”; por todas las familias que están en esta situación sigue siendo necesario incidir en algunos aspectos clave de la AT.

La AT no se centra únicamente en el niño/a, sino en su familia y entorno, por lo que debe entenderse como un acompañamiento a las familias en estos momentos tan complicados y nuevos

La AT no se centra únicamente en niño/as con diagnóstico, es más, hay muchas otras patologías que no pueden cerrar el diagnóstico en edades tempranas y en las que se debe observar su evolución; por tanto, la AT se destina también a los niños/as que tienen alto riesgo de padecer un desfase en su desarrollo.

¿Entonces qué es y para qué sirve la AT? La AT debe entenderse como una estimulación del niño/a desde el punto de vista preventivo, entendiendo la prevención desde una doble perspectiva, por un lado, para atenuar las causas de la patología y, por otro lado, en intervenir antes de que las dificultades del desarrollo se manifiesten en toda su intensidad, aprovechando de este modo la plasticidad neuronal.

Por otro lado, la AT no se centra únicamente en el niño/a, sino en su familia y entorno, por lo que debe entenderse como un acompañamiento a las familias en estos momentos tan complicados y nuevos, los cuales implican información y asesoramiento por parte de los especialistas en las diferentes tomas de decisión.

¿Cuál es su evidencia? De las investigaciones más recientes en AT claramente se extrae que la evolución de estos niños y su familia depende en gran parte al momento en el que se inició la intervención; por tanto, cuanto antes se intervenga, habrá unos mejores resultados y un mejor pronóstico. Me gustaría detenerme en ello: esto se traduce en una mejora de la comunicación, una disminución de conductas disruptivas, una mayor independencia y autonomía, así como una mejor inclusión educativa, lo cual está estrechamente relacionado con un descenso del nivel de ansiedad en la familia.

Pese a estas inseguridades y miedos, ¿Cuál es la realidad de la AT?

Es preciso destacar las observaciones que venimos percibiendo los especialistas en los últimos años, y es que la edad de derivación a intervenciones de AT se ha adelantado; hace no tantos años era habitual que las llegadas más tempranas rondaran los 4 años, lo que actualmente se considera tardío, y, por el contrario, va siendo más frecuente que acudan familias con niños en torno a los 2 años.

Este aspecto nos hace concluir que, en España, el Programa del Niño Sano está siendo efectivo en la detección precoz de distintas patologías y que hay una gran concienciación y actualización no solo por parte de los compañeros de sanidad, sino también desde educación, donde colegios y escuelas infantiles hacen una labor fundamental.

La evolución de estos niños y su familia depende en gran parte al momento en el que se inició la intervención;

Estas derivaciones se realizan con mayor eficacia y mayor calidad humana; nos encontramos por fortuna con más frecuencia a familias que acuden al servicio de AT no solo de manera más temprana, sino con mayor entereza, contándonos sin ningún tinte traumático el modo en el que se les derivó a esta intervención, situación que dista de años anteriores y siendo preciso, por tanto, resaltar el avance en esa comunicación cercana y empática de los especialistas con las familias.

Partiendo de esta realidad, de estos avances, sigamos difundiendo en la concienciación de la AT hacia la sociedad general, sensibilizando en la urgencia de un tratamiento temprano que marque la diferencia en el desarrollo de los niños/as y sus familias.

Sobre la autora:
Irene Nadal Nicolás. Pedagoga especialista en Orientación Educativa, Atención Temprana y Trastornos de Espectro Autista. Formadora. Co-fundadora de Sumando, asociación de formación e investigación en el neurodesarrollo y ciclo vital de la persona.