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Familias que abren la escuela a la vida, Ana González

Talleres familias en la escuela

Ana González, colaboradora de Educando Seguro, maestra de Educación Primaria e Infantil y primera mujer Directora del CEIP: «José Luís Sánchez de la localidad de San Martín del Tesorillo» aborda la importancia de introducir a las familias en la escuela para que se sientan partícipes del proceso de educación de sus hijos al mismo tiempo que protagonistas. Para conseguir esto, la mejor manera de hacerlo es a través de los proyectos. Esto permite trabajar de forma directa entre padres-alumnos-profesores y garantiza un mayor seguimiento del proceso.

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La familia y la escuela representan los dos ámbitos de desarrollo más importantes de nuestros niños y niñas, potenciando la posibilidad de construir relaciones de calidad, de conciliación y con carácter funcional y de confianza. Hacer que las familias estén en la escuela y por la escuela, debería ser objetivo obligatorio del sistema. Las relaciones fluidas entre ambas partes, nos permitirá un desarrollo equilibrado, ecléctico y sobre todo armónico de nuestro alumnado, dando lugar a la construcción de un concepto de identidad fuerte y cimentado.

Fijar objetivos comunes, diseñar en equipo la forma de aprender, descubrir y crear juntos, así como caminar en la misma dirección y mirar en el mismo sentido, favorecen la confianza y la adquisición de valores sólidos y claros que fomentarán que nuestros niños y niñas tengan infinidad de curiosidades, ganas de descubrir, de vivir experiencias y de potenciar el máximo número de habilidades y destrezas. Es sencillo ver a través de los ojos de un equipo que mira hacia un mismo horizonte, es cuestión de poner a andar la maquinaria y apretar fuerte el botón para que este proyecto de familia-escuela se haga realidad.

Familias en la escuela

¿Cómo atraer a las familias?

Es importante que las familias sientan que forman parte del proceso y que son protagonistas de lo que acontece en el aula. Desde la primera reunión, trato de integrarlos haciéndoles sentir piezas clave en el proceso educativo de sus hijos e hijas, destacando que no podemos entender que convivimos en contextos y entidades distintas, sino que construimos en común y formamos un ente coordinado, consensuado y equilibrado, que nos permitirá lograr el mayor número posible de aprendizajes, así como el desarrollo de habilidades y destrezas de manera natural y divertida. Compartir objetivos comunes y reescribir el sentido de una escuela abierta a la vida nos dará como primer punto de partida, una misma línea de actuación y como consecuencia la firma de una alianza de respeto, inclusión y colaboración.

La actitud de acogida, la cercanía en el trato y el uso de palabras maravillosas y a la vez cercanas, naturales y que enfatizan el lado emocional de la escuela, nos ayuda a empezar a caminar en la misma dirección, sin olvidar el cometido y la función vital de cada una de las partes. Los tecnicismos, los formalismos y la jerga educativa, carecen de significado funcional, nos alejan de la familia como referente principal de nuestra gestión, por lo que el atractivo está en la confianza de aquello que les transmitimos y que le hacemos llegar, no sólo con nuestro discurso, sino a través del lenguaje corporal, pues detrás de las palabras hay intenciones, mensajes latentes y diversidad de condicionantes profesionales y personales que nos pueden alejar o acercar a las familias, que son usuarias fundamentales y garantes de nuestro trabajo a través de sus hijos e hijas.

Trabajar por proyectos nos permite que las familias puedan participar de forma directa y activa en el desarrollo de los mismos. Es importante comenzar planteando el proyecto a trabajar, que ya desde sus inicios, será tarea del equipo al completo. Cada proyecto se convierte en un reto que implica responsabilidad, trabajo en equipo y la necesidad de coordinarse, para que todo el entramado pueda tomar forma y convertirse en el medio natural de aprendizaje de nuestro alumnado.

Desde la ambientación del aula hasta el desarrollo de talleres y exposiciones que cada niño/a prepara con su familia en casa y comparte con sus compañeros en clase, hasta las situaciones de enseñanza-aprendizaje, las experiencias creadas y la reflexión constante a que nos sometemos vienen a evidenciar que aprender en equipo es aprender con seguridad, con emoción, con intención y con calidad.

alumnos en la escuela con familia

«El contrato del corazón y de la ilusión»

Este “contrato” se firmará siempre por parte de las familias que tengan la intención verdadera de participar, implicarse y aprender en la escuela. Afortunadamente en Educación Infantil el compromiso es del 100%. Es sencillo, emocional y nos acerca en primera instancia a las familias como referente fundamental para que este tipo de escuela sea posible.

contrato de corazon en las escuelas

Los talleres y su cometido

¿Qué pretendemos? ¿Qué queremos lograr?, ¿Qué sentido tiene que las familias estén presentes en el aula?, ¿Por qué es importante crear vínculos afectivos con la familia desde la escuela? ¿Qué beneficios emocionales obtienen mis alumnos/as cuando las familias son parte esencial de sus experiencias escolares?, ¿Qué tipo de personas queremos formar con este tipo de escuela? ¿Por qué queremos ser parte activa y vital de este tipo de educación?

Son las cuestiones que me llevan a definir cómo quiero trabajar y qué quiero y necesito diseñar y, para ello, son de vital importancia el alumnado y sus familias. Para definir qué quiero lograr es necesario que plantee, qué pretendo, marcando metas concretas y concisas. Entre ellas, destaco las siguientes:

  • Favorecer una buena relación entre la familia y la escuela con el fin de desarrollar una mayor seguridad y motivación en el alumnado
  • Favorecer experiencias vitales
  • Aprender a educar en equipo
  • Coordinar las actuaciones educativas
  • Desarrollar la creatividad a partir de situaciones enriquecedoras
  • Conocer otras formas de educar y de ser con los niños y niñas
  • Estrechar vínculos entre la familia y la escuela
  • Dotar a las familias de recursos, conocimientos, experiencias, estrategias…a través de actividades cotidianas que reafirmen los lazos afectivo emocionales
  • Crear espacios de manipulación, descubrimiento, de interacción social y de enriquecimiento personal
  • Ayudar a aprender aprendiendo
  • Incitar al uso del juego como medio de aprendizaje y desarrollo
  • Estimular la investigación y la curiosidad
  • Diseñar entornos estimulantes y atractivos para adquirir una base de aprendizaje sólida
  • Integrar activa y funcionalmente a las familias en el entorno educativo de referencia.
  • Ser felices. Los talleres en sí mismos, tienen como finalidad ayudar al aprendizaje interactivo, facilitar la comunicación entre los diferentes agentes que intervienen y participan. Nos permiten adquirir hábitos de respeto, de interacción social, de organización, orden y planificación y nos ayudan a concienciarnos del respeto al medio ambiente y a la tierra, permitiendo el uso de material reciclado para crear, construir, aprender y dar utilidad a nuestros logros y experiencias

¿Por qué los talleres son de un valor incalculable para la infancia?

Lo son por motivos tan evidentes como la atención a algo tan básico como es el elemento motivación; ya que despierta en el alumnado la necesidad de participar, de intervenir y de descubrir. Propicia la relación entre iguales y entre el alumnado y los adultos, permitiendo la sociabilidad y el respeto entre las personas desde una perspectiva de igualdad.

Despierta en el niño/a la capacidad de crear, de proyectar todo el potencial interno y tiene como fin, aprender aquellos contenidos con carácter formal, desde otra perspectiva, desde la construcción personal y lúdica. Nos acerca a investigar, a curiosear, descubrir, manipular… desarrollando así actividades tanto físicas como mentales, teniendo como punto de partida que intervienen los cinco sentidos y, por ello, fortalecemos la memoria, la atención, el rendimiento, la progresión, la capacidad de análisis y la interrelación de todos estos elementos de manera integral y armónica. Los talleres favorecen las relaciones sociales, la toma de consciencia del trabajo cooperativo y el desarrollo de habilidades sociales, que desde edades tempranas adquiere un sentido fundamental.

Maneras de hacer y de crear

El enfoque metodológico es el punto estratégico de los talleres. Cómo hacer, cómo crear y de qué manera enfocar su puesta en práctica. El cómo hacer o el cómo proceder, van enfocados a la gestión de las familias en la búsqueda del material, la planificación y la capacidad de hacer que con cada taller el alumnado sienta que aumenta su capacidad de construcción, experimentación y de propuesta a la hora de crear.

Una metodología del hacer “manipulando”, del hacer rompiendo estereotipos y usando la necesidad de transformar las pequeñas cosas, en grandes experiencias que nos permitan cambiar nuestra visión del aprendizaje.

Se plantean pequeños grupos de trabajo, partiendo de retos y de situaciones que no controlamos, se procede a la resolución de los mismos, siendo este enfoque el que nos permite ese modo de hacer, construir, equivocarse, volver a hacer, tomar decisiones y concluir con aprendizajes reales. Los tiempos serán flexibles, permitiendo la individualización del aprendizaje y de la gestión de la experiencia. El adulto se convierte en el dinamizador de las actividades que se plantean, favoreciendo al alumnado que sean verdaderos artífices de lo que sucede en el taller. Deberemos diseñar estrategias para mantener la atención, el nivel de implicación y el objetivo básico, será que la motivación centre la dinámica de una manera constante y para ello, se usarán materiales apropiados a la edad, espacios atractivos y bien organizados, secuencias claras de los pasos a realizar y se abordarán temas del interés de los niños y niñas.

Lo que buscamos por lo tanto es una metodología integradora, que nos permita modificar la forma de aprender y de construir, teniendo a las familias como recursos activos y que revele que la variedad de experiencias y situaciones diversas, mejora la capacidad de cada niño/a, nos obliga al esfuerzo de a interacción y de la investigación, permitiéndonos aprender de muchas formas; dudando, cooperando, resolviendo, equivocándonos, compartiendo, descubriendo y complementándonos.

Talleres y sonrisas: momentos de felicidad

Los talleres se realizan los viernes, como broche final y con el fin de materializar lo que hemos ido trabajando, descubriendo y experimentando a lo largo de la semana. El objetivo principal es que sean felices y que disfruten. A partir de ahí, organizamos los espacios, los materiales y los tiempos, así como los recursos humanos. Las familias que participan, lo hacen voluntariamente, ya que la imposición no es buena compañía y la elección personal y como eje motivador, les da a los talleres un encanto genuino.

Se organizan entre ellos y se reparten los talleres y las tareas al efecto, cumpliendo así con el compromiso de ilusión con el que iniciamos cada uno de los proyectos en los que nos aventuramos y en el que reflejamos que las familias son las que gestionarán las actividades, planificarán qué quieren conseguir, qué quieren trabajar, cómo lo quieren enfocar y qué objetivos quieren lograr, estableciendo qué actividades serán las que pongan de manifiesto el sentido del taller y por ende la tarea final.

¿Cómo lo preparamos?

  • La clase quedarán dispuesta de manera que facilite el acceso al alumnado para la realización de las actividades propuestas en el taller
  • Se organizarán distintos grupos con 2 padres/madres responsables de cada uno de ellos
  • Los materiales quedarán expuestos a la altura de los ojos de los niños y niñas, con el fin de que los visualicen, se familiaricen con ellos y su manipulación sea natural y responsable
  • Trataremos de que el ambiente sea motivador evitando ruidos y favoreciendo audiciones relajantes y que den lugar a un ambiente cálido y receptivo
  • La clase queda abierta a un solo espacio que integra todos los elementos que puedan favorecer y enriquecer la experiencia
  • Un adulto será el responsable de iniciar el taller, siempre con una actividad lúdica, motivadora, sorpresiva y que abra las puertas de la magia
  • Todo debe estar preparado, organizado y planificado para que se rentabilice al máximo el tiempo del que disponemos

Taller sensorial: El universo en un bote

 Audición de sonidos del universo

  1. Audición de sonidos del universo
  2. Exposición oral de aquello que puede haber en el universo. Se recoge en un soporte gráfico que se contrastará con los materiales que se usarán en el taller.
  3. Presentación de los materiales botes vacíos, purpurina, varitas, estrellitas, colorante alimenticio, agua, algodón… Entusiasmo, curiosidad y emoción.
  4. Nos ponemos en contacto con los elementos y expresamos qué sentimos, qué nos aportan, qué sensaciones nos producen…
  5. Construimos el universo
  6. Introducción en el bote de los distintos elementos. Sensaciones, tacto, visualización de los cambios en los elementos, olores, texturas…
  7. Explicamos cómo lo hemos realizado, qué hemos necesitado y cómo ha resultado la experiencia

Taller sensorial el universo en un bote

Taller de emociones: «Varias quita miedos»

Actividades:

  1. Escenificación de un cuento: “el bosque malvado de los bosques” (erika navarro vega) por parte de las familias. Irán caracterizados como los personajes principales.
  2. Asamblea: ¿Qué emociones trabaja el cuento? ¿nos hemos sentido alguna vez así? ¿Cómo podemos combatir el miedo?, ¿existe el miedo de verdad? Aquí caben todo tipo de cuestiones.
  3. Presentación de los materiales: varitas, trocitos de papel rasgado, lazos de colores, envoltorio reciclado, estrellitas, pegamento, tijeras y muchas ganas e ilusión.
  4. Decoración de la varita de forma libre y creativa
  5. Introducimos los diferentes elementos en el envoltorio para dar cuerpo a la varita quita miedos
  6. Colocamos los lazos y los pegamos
  7. Inventamos una retahíla para alejar los miedos
  8. Explicamos cómo lo hemos realizado, qué hemos necesitado y cómo ha resultado la experiencia

varita quita miedo

Taller de alimentación: Me como la luna

Actividades:

  1. Chefs. Las familias aparecen disfrazadas de cocineros/as y representan una escena al efecto.
  2. ¿Por qué vamos así? Explican la indumentaria y el taller a realizar
  3. Nos disfrazamos. Los niños y niñas preparan sus disfraces de chef
  4. Presentación de materiales: galletas, platos reciclables, tortitas de maíz, varillas de chocolate, pan, queso en lonchas, estrellitas…
  5. Fases de la luna. Con galletas oreo, se explican las fases de la luna y las representan manipulando las galletas. Finalmente, irán colocando cada una de las fases en un plato.
  6. Verbalizamos las fases de la luna
  7. Pisamos la luna
  8. Repartimos los alimentos, manipulamos, olemos, tocamos…
  9. Componemos la imagen. Hombre-mujer astronauta pisando la luna
  10. Degustación
  11. Explicamos cómo lo hemos realizado, qué hemos necesitado y cómo ha resultado la experiencia

Taller me como la luna

¿Qué queremos aprender?

  • Gestión de sentimientos y emociones
  • Comunicación de sentimientos, emociones, sensaciones en un entorno seguro. · respeto a la diversidad
  • Uso de un lenguaje inclusivo y respetuoso.
  • Relaciones personales entre iguales y entre adultos y niños/as
  • Relación positiva entre escuela-familia
  • Vínculos afectivos.
  • Expresión oral y desarrollo del lenguaje oral y escrito
  • Curiosidad e interés por descubrir, aprender y experimentar
  • Trabajo en equipo y cooperativo
  • Resolución de situaciones diversas
  • Cuidado del medio ambiente con materiales reciclables
  • Desarrollo creativo y constructivo del aprendizaje
  • Conceptos matemáticos: conteo, clasificación, cantidades, conceptos básico, conceptos y nociones espaciotemporales…
  • Cuentos y lecturas constructivas
  • Acercamiento a otras culturas y entornos
  • Concienciación de las posibilidades propias y ajenas
  • Resolución positiva de los distintos retos establecidos
  • Valora de manera positiva las experiencias vividas
  • Competencias clave
  • Comunicación de sentimientos, emociones, sensaciones en un entorno seguro

escuela y familias

EVALUACIÓN:

La evaluación pasa por una dimensión de introspección, de mirar dentro de cada uno/a de nosotros/as para saber qué cosas debemos mejorar, qué debemos cambiar, dónde hemos fallado y cómo valoramos cada taller. Es importante autoevaluarnos y a través de soportes adaptados al alumnado, darles la oportunidad de que sean ellos/as los que valoren desde su propia realidad y experiencia. Planteamos ítems como los siguientes:

Para el alumnado:

¿Has disfrutado con la experiencia?
¿Has sido feliz?
¿Qué te ha aportado este taller?
¿Qué te hubiese gustado hacer?
¿Hay algo que no te haya gustado?
¿Te has divertido?, ¿Has aprendido?, ¿Qué has aprendido?
¿Podemos aprender con las familias?

El análisis de datos de los ítems se puede abordar en asamblea, siendo el docente el encargado de recoger las respuestas del alumnado. El adulto es el encargado de diseñar el sistema de evaluación, bien con una tabla con símbolos o pictogramas para identificar y representar los distintos ítems, de manera oral, recogiendo las respuestas en la pizarra…etc. La manera gráfica de recoger los datos dependerá del alumnado y la dinámica de la clase.

Para las familias:

  • Dificultades para preparar la actividad
  • Efectividad del taller
  • Grado de implicación
  • Valoración del alumnado
  • Nivel de motivación
  • Viabilidad de los materiales
  • Importancia del trabajo en grupo y grado de cooperación
  • Grado de satisfacción con el resultado del taller
  • Impresiones de la experiencia
  • Recomendación de los talleres a otras familias
  • Otros

El soporte de esta evaluación será a través de pequeñas asambleas o con la recogida de datos en cuadrantes o actillas diseñadas al efecto.

 Para el/la docente

  • ¿El taller ha sido motivador?
  • Grado de satisfacción con el desarrollo del taller
  • Efectividad de las experiencias de aprendizaje
  • Adecuación del ambiente
  • Garantía de uso y efectividad de los materiales usados
  • Análisis de los aprendizajes
  • Nivel de preparación de la actividad por parte de las familias
  • ¿Desarrolla vínculos afectivos y emocionales en el alumnado y en las familias?
  • Valoración de otras formas e aprendizaje
  • Otros

Esta información será recogida sistemáticamente por el profesorado que procederá a analizar los datos y a valorar la puesta en práctica de los talleres.

valoracion actividades escuela y familia

evaluacion actividades escuela y familia

 

«Si somos capaces de mirar con los ojos de los niños/as, encontraremos el secreto de lo que necesitan y de lo que sienten. Sabremos que en la globalidad de sus almas no hay partes, no hay segmentos ni trozos de experiencias, entenderemos la globalidad de sus emociones. Estamos obligados a abrir las puertas de la escuela a la vida y a mirar con otros ojos».