«Hay que corresponsabilizar a toda la comunidad educativa, las familias deben sentirse integradas», Siro López
La creatividad es un talento universal e innato del ser humano con la que podemos dar soluciones, crear y recrear y volar a lugares inimaginables. Todos nacemos con la capacidad de ser creativos.
Durante la infancia la capacidad de la creatividad está presente en estado puro y en la adultez dependerá de varios factores que esa capacidad esté latente.
La creatividad hay que cultivarla, entrenarla y ponerla en práctica. Existen personas que asocian la edad con la creatividad. Cuánto más joven eres, más creativo eres.
Pero, ciertamente y desde mi experiencia, la creatividad parte de nuestro interior y va relacionada con nuestra actitud, con nuestra forma de ver y mirar el mundo. Y no solamente va relacionada a la creación sino también a la forma que tenemos de adaptarnos a los cambios y a nuestra forma de enfrentarnos a ellos.
Considero que el secreto de nuestra creatividad se encuentra en tener pensamientos libres, no tener miedo a expresarnos y dejarnos llevar por nuestra forma de sentir y pensar.
Si somos personas soñadoras podemos ver cumplidos nuestros sueños gracias a la creatividad. Es la herramienta perfecta para hacerlos realidad. Sería el factor clave y a su vez, el menos tenido en cuenta a la hora de crear. La conocida expresión “dejar volar la imaginación” está estrechamente ligada a la creatividad y sin duda, a los sueños que queramos cumplir.
Y para poder “dejar volar nuestra imaginación” y nuestra creatividad necesitamos sentirnos inspirados. Es la forma que la creatividad tiene para ponerse en acción. La inspiración puede surgir de forma espontánea y otras veces la podemos poner a funcionar a través de estímulos que hayamos recibido.
A su vez, la inspiración activa la motivación. Ambas, son el tándem perfecto para dar rienda suelta a la creatividad.
Todo docente debe ser una persona amante de la creatividad y apostar por una enseñanza que potencie el talento creativo de su alumnado.
Es indispensable poner en marcha estrategias para el desarrollo del potencial creativo partiendo siempre de la figura docente. El docente debe comprender bien qué es el concepto de creatividad y cuáles son las actitudes y conductas que pueden favorecerla y cuáles pueden entorpecerla.
Es por esto, que la actitud del docente sea un factor clave. Es imprescindible ser un docente abierto al cambio, con ganas de salir de la zona de confort y sin miedo a arriesgar. Además, debe tener espíritu por compartir experiencias con otros docentes que le hagan reflexionar y cuestionar su praxis docente, bien para mejorarla o bien para afianzar criterios, que inspiren y motiven. Para poner en acción la creatividad necesitamos inspirarnos y para ello, compartir experiencias con otros docentes, debería ser de obligado cumplimiento.
Está en la mano de los docentes que la creatividad no pare de latir y que esa explosión de neuronas conectando unas con otras, generando energías, colores radiantes y mágicos, originalidad y belleza nunca se apaguen.
Para poder crear ambientes y espacios creativos, el docente debe permitir a su alumnado SER libremente, despertar la curiosidad, la emoción y el asombro como parte esencial del proceso de enseñanza-aprendizaje, darle la oportunidad de expresarse y ser escuchado, donde sea autor de su imaginación, donde pueda soñar y ver cumplido sus sueños, donde se potencie su originalidad, donde se cree un espacio de tolerancia y respeto, donde siempre exista tiempo para el humor, donde cada alumno sea único, donde cada día en la escuela sea una nueva aventura y donde aprender se convierta en algo muy mágico. – Laura Vela-.
Y hablando de hacer mágica la enseñanza a través de la creatividad he tenido la suerte de conversar con Siro López.
Siro López es un artista y formador con una mirada muy mágica hacia el mundo. Está especializado en creatividad, espacios educativos y comunicación. Es fascinante ver cómo da protagonismo a la creatividad conjugando pintura, diseño, fotografía, mimo y artes escénicas. Cualquier expresión de arte la hace mágica y especial a través de sus exposiciones de pintura, material reciclado, sus fotografías e incluso a través de las letras de sus maravillosos libros.
Como maestra amante de la creatividad, poder contar con Siro es algo muy significativo por ser un gran referente en el mundo de la creatividad y sus grandes aportaciones al mundo de la enseñanza.
Entrevista realizada por Laura Vela
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Laura: ¿Qué es para ti la creatividad? ¿Existe algún “truco” para ver el mundo de la forma tan especial y mágica cómo tú lo haces?
Siro: La creatividad es la capacidad de la naturaleza y del ser humano de idear, resolver, expresar y crear de un modo diferencial e innovador. Personalmente, considero que es importante que esa creatividad con la que nacemos y que esa capacidad de imaginar para jugar creando siendo niños y niñas, lleve a cabo procesos a lo largo de la vida donde se mantenga, se potencie y se desarrolle de una forma personalizada en lugar de conseguir justamente lo contrario. Hay muchos adultos que a lo largo del camino han dejado de pintar, de bailar, de cantar, etc.
Por lo tanto, deberíamos preguntarnos: ¿Qué ha pasado por el camino para que muchísimas personas hayan de dejado de expresar lo que sienten y hayan dejado de crear?
Laura: A lo largo de tu gran trayectoria profesional, has tenido la oportunidad de visitar diferentes escuelas por el mundo y descubrir sus esencias, como bien recoges en tu libro Esencia. Con cada una de las visitas habrás ido creando una visión muy amplia sobre la enseñanza actual tanto en España como en otras partes del mundo. ¿Qué piensas de la educación actual en nuestro país? ¿Qué te ha llamado la atención? Y, ¿de las escuelas fuera de España, qué destacarías?
Siro: En mis años como docente en las distintas etapas educativas, siempre necesité acondicionar el aula. No podía trabajar en mi aula sin acondicionarla previamente. Siempre que me hacían responsable del teatro hacía exactamente lo mismo junto al alumnado: limpiaba el espacio, hacía modificaciones de las instalaciones eléctricas, llevaba a cabo transformaciones en los camerinos, ponía frases inspiradoras en las paredes y puertas, etc. Y una vez que tenía hecho todo esto, comenzaba el proyecto teatral. Todo esto lo hice por intuición.
En los últimos años, he estado viajando por escuelas de todo el mundo y la experiencia me dice que se aprende tanto de las mejores escuelas como de las escuelas más anquilosadas en cuanto a los espacios educativos.
En ocasiones, cuando uno se encuentra con una escuela que está más cerca de un modelo de Alcalá Meco desde un punto de vista carcelario, es algo que duele y te sensibiliza ya que no se entiende porqué uno se encuentra una situación tan lamentable.
Por lo tanto, el reto que debemos plantearnos sería: ¿Qué deberíamos hacer para generar procesos participativos para cambiar ese patio, un lugar que muchas veces se convierte en excluyente o para cambiar las aulas, etc? Debemos aprender de lo mejor y aprender de ciertos errores.
También me gusta subrayar que cuando visito escuelas no se trata de buscar culpables. En las escuelas estamos a mil, hay muchísimos retos y por lo tanto no se trata de sobrecargar sino de hacer una transformación del espacio que facilite la labor docente.
Afortunadamente, hoy estamos en un momento educativo maravilloso en España. Hay muchísimas reflexiones, equipos educativos y escuelas que están haciendo un trabajo muy potente y que no tienen nada que envidiar a otras escuelas como por ejemplo las escuelas nórdicas, sobre todo porque se está haciendo de una forma participativa y sin apenas presupuestos.
El gran déficit de nuestro país es que se invierte muy poco en educación en base a las necesidades: ratios muy grandes y con muchísima burocracia que hacen poner en dificultad al docente.
Soy conocedor de proyectos maravillosos donde están participando familias, expertos, colectivos y asociaciones del barrio junto a los docentes. Son escuelas creadoras de una comunidad educativa que hacen posible estas transformaciones. Es por esto que me siento muy esperanzador e ilusionado porque existen gran cantidad de formaciones, jornadas y congresos las cuales se están llevando a cabo con esta pasión por mejorar la educación.
Laura: ¿Es posible enseñar sin creatividad? ¿Cómo puede un docente “contagiarse” con la creatividad? ¿Cómo debería ser el perfil de un buen docente?
Siro: Yo no puedo vivir sin crear, sin bailar, sin trabajar en el suelo, sin mancharme con el barro o con la pintura. Para mí, es imprescindible crear y expresar.
Como docente me he sentido de una forma natural usando esos lenguajes para conectar con la diversidad de alumnado con el que me he encontrado.
Es verdad, que muchas veces cuando yo me veía que estaba perdiendo cierta pasión por el exceso de alumnado o por cansancio, e incluso decayendo en ciertas rutinas que me garantizaron cierto éxito en algunos momentos, me indicaban que era una señal de alerta.
Una de las claves como docente es la pasión. Sentirte enamorado del trabajo de la educación que es el verdadero arte. Ser educador es ser artista. Es un componente “contagioso”.
Cuando un docente acude a una escuela y es un apasionado del ajedrez, comienza a caer como setas el alumnado por la atracción e interés por aprender ajedrez. Si llega una maestra que hace una propuesta determinada porque le encanta el teatro o la narración de cuentos es increíble ver cómo la escuela se va transformando y comienzan a vincularse en ese proyecto numerosos niños y niñas. O alguien apasionado por la cocina que la interactúa con las matemáticas u otros tipos de proyectos. La pasión es el gran ingrediente para que un docente vaya contagiando.
El gran secreto: sentirte enamorado de tu profesión
Laura: En tiempos donde se habla constantemente de innovación educativa y pedagógica, ¿Cómo piensas que sería el espacio de aprendizaje ideal? ¿Qué aspectos se deberían tener en cuenta tanto a nivel de aula como a nivel de centro? ¿Sería posible transformarlos?
Siro: La clave es una escuela que responda a las necesidades concretas de las familias, del barrio, del contexto. Por eso me gusta decir que cada escuela debe ser única. Cuando uno visita una escuela y se encuentra que todas las aulas son iguales como caja de zapatos, te das cuenta de que algo está fallando.
Una clave es la personalización del espacio y la diversidad de propuestas
Un patio donde estén presentes todas las inteligencias, donde haya diferentes opciones, donde ese niño al que le encanta jugar al fútbol todos los días descubra que un día puede acudir al espacio lector, donde aprenda que hay otras formas de oxigenar la mente e interactuar con el cuerpo ya que existe un espacio dedicado a la danza o al canto, o a la acrobacia, o juegos de mesa, etc.
Afortunadamente hoy sabemos mucho más de cómo aprendemos, qué efectos produce la psicología del color.
Hoy sabemos que lo que necesitamos son espacios neutros que faciliten la concentración, que generen equilibrio y seguridad en lugar de colores muy llamativos que llevan a la sobreestimulación. Por ejemplo, en infantil, si disponemos de sillas de colores de un parchís añadimos sobreestimulación, justamente todo lo contrario a lo que un niño necesita. Por lo tanto, son recomendables los materiales orgánicos en las aulas.
Hay estudios que demuestran cómo el espacio puede llegar a influir en un 25% sobre el aprendizaje cognitivo, un porcentaje bastante elevado.
También sabemos que es imprescindible aprender con luz natural. No puede ser que tengamos las persianas bajadas en el aula porque estamos proyectando en el proyector. Hay que buscar soluciones. Si hacemos reformas hay que tener presente los criterios pedagógicos con respecto a la iluminación.
También sabemos que para el aprendizaje debemos estar muy bien hidratados el cuerpo de agua. No tiene sentido que en algunas aulas se prohíba al alumnado que beba agua o no les dejen ir al baño a beber agua. Ese tipo de contradicciones o “herencias” nos pueden hacer muchísimo daño.
Hoy día, afortunadamente, sabemos qué elementos son los idóneos para la escuela del siglo XXI.
Laura: ¿Cómo podemos despertar la ilusión de la comunidad educativa hacia un cambio de mirada? ¿Qué pasos deberían seguir? ¿Cuál sería el punto de partida hacia ese cambio?
Siro: Despertar la ilusión es clave como primer cambio para transformación de los espacios. Muchas veces me preguntan: ¿Qué va antes el cambio metodológico o el cambio de los espacios?
Y pongo un ejemplo: Si somos cocineros Michelin o queremos serlo necesitamos disponer de un espacio de cocina acorde a ese tipo de cocina o cocinero, por lo tanto, no puede ser que aprendas a cocinar en una caja de zapatos. Yo necesito aprender a cocinar en un espacio dotado de los mejores hornos, las mejores sartenes, de diferentes tipos de cuchillos, etc. En definitiva, de los mejores utensilios y los mejores ingredientes.
Decir que primero formo metodológicamente al cocinero sin disponer de una cocina idónea lo veo muy difícil sobre todo cuando tenemos a 600 o 1200 comensales hambrientos.
Pienso que el cambio debe ser a la par. El cambio metodológico y el cambio de espacios van de la mano. Pero antes de todo eso, el verdadero cambio o el verdadero liderazgo tiene que darse interiormente.
Primero tiene que darse el cambio de mirada. El primer cambio está en nuestra mente y en nuestro componente emocional.
Podemos caer en el error de que ciertas cosas de nuestra escuela las aceptemos y las normalicemos porque ya llevamos en ella muchos años, nos hemos acostumbrado y que por lo tanto no nos hacen daño.
Debemos tener la suficiente formación o nivel pedagógico para entender que desde esa nueva mirada hay cosas que necesitamos cambiar.
Laura: ¿Qué piensas sobre el liderazgo educativo? ¿Se debe extender más allá de las direcciones de los centros escolares?
Siro: Debe ser un liderazgo donde todos sumamos y donde logramos corresponsabilizar a toda la comunidad educativa, donde las familias no son un ente aparte, sino que está demostradísimo que en las escuelas donde las familias están totalmente integradas, participan del proyecto, colaboran y suman son escuelas cuyos conflictos se reducen potencialmente y donde se necesitan menos recursos ya que delegamos en un equipo mucho más amplio. Dentro de las familias hay expertos de todo tipo que pueden aportar mucho a la comunidad.
Por lo tanto el liderazgo se debe hacer de forma que tanto la persona que está en portería o recepción forma parte del proyecto educativo de la escuela, se la tiene en cuenta y participa así como el personal de limpieza ya que por ejemplo entiende que las alfombras de las aulas son parte del proyecto. E incluso el comedor es un aula. Es un lugar donde niños y niñas aprenden a socializar, aprenden a cuidar su cuerpo, entender que todos y todas nos involucramos en ese proyecto educativo y nos responsabilizamos de una forma libre y autónoma.
Todo esto hace que una escuela sea todo un ecosistema de fortalezas donde lo más grande y lo más pequeñito e incluso lo que parezca invisible está contribuyendo al fortalecimiento de ese proyecto educativo.
Laura: ¿Cómo son tus formaciones para docentes e instituciones educativas? ¿En qué consisten? ¿Dónde las realizas y cómo se puede acceder a tus formaciones?
Siro: En cuanto a mis formaciones afortunadamente lo que estoy llevando a cabo son formaciones para claustros, formaciones para equipos directivos que lo solicitan, formaciones en instituciones o fundaciones que van compartiendo sus necesidades, que me demandan una determinada formación, genérica o más específica, donde sus intereses están en las bibliotecas y en generar distintos espacios lectores o en un proyecto de naturalizar la escuela, o bien elaborar la transformación de las aulas, o los patios, etc.
Mis formaciones son un poco a demanda de los que las instituciones o escuelas me solicitan ya sea para la etapa de infantil, primaria, secundaria o escuelas de educación especial.
De vez en cuando, organizo a título personal algún curso en mi propio estudio donde tengo diseñado todo el espacio acorde a lo que yo entiendo lo que debería ser hoy día un aula de creatividad.
Laura: Si pudieras pedir un deseo educativo ¿Cuál sería?
Siro: Mi gran deseo educativo sería que toda la sociedad entendiéramos que somos responsables y partícipes del proceso de formación y acompañamiento, de respeto y escucha hacia la infancia y de modo especial hacia la adolescencia y no solamente se responsabilice a los docentes.
Creo que todos tendríamos que entender que privamos a las nuevas generaciones de grandes derechos y responsabilidades desde su propia madurez, de retos apasionantes por miedos, por tener una sociedad que prioriza el consumo.
Creo e imagino una escuela abierta y acogedora, que sea capaz de generar espacios de creatividad, espacios de un aprendizaje en base a la personalización y profundamente creativa, capaz de sentir, generar cultura y que active el pensamiento crítico en base al mundo que queremos y a las personas que deseamos.
Para ponerse en contacto conmigo me pueden escribir al email: siro@sirolopez.com y en redes sociales también @_sirolopez_ pueden también encontrar información.
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Si yo tuviera que pedir un deseo educativo igual que le he pedido a Siro López, ese deseo sería encontrar a muchos más Siros por el mundo que repartan tanta magia como él hace y hacer de todas las escuelas, las escuelas soñadas.
Gracias Siro. No olvido tu invitación a conocer tu estudio.